viernes, 2 de diciembre de 2011

CARTOMANCIA




La historia de las cartas adivinatorias empiezan con la invención de las cartas de juego en la China del siglo 7. Estas cartas que provenían de los dados, no fueron utilizadas más que para finalidades lúdicas, después más tarde para los oráculos y finalmente para la cartomancia. Al final del siglo 13 y a principios del siglo 14, las cartas de juego hicieron su aparición en Europa donde encontraron una fuerte oposición por parte de la Iglesia quién veía en ellas una "obra del diablo". Pero las cartas fueron conocidas por la aristocracia, y entonces fueron aceptadas en los salones de Occidente.

Era cuestión de tiempo que las cartas de juego fueran utilizadas con finalidades adivinatorias. Son los pueblos nómadas los que practicaron la cartomancia y la importaron del Oriente hacia Europa. Pero son los salones parisinos del siglo 18 los que permiten a la cartomancia entrar en la sociedad, en la cual célebres videntes como Antoine Court (su nombre de artista era Antoine de Gébellin) o Marie-Anne Lenormand (conocida bajo el nombre de Sybille de París) tenían su entrada. Marie-Anne Lenormand, cuyas cartas llevan su nombre, es la más célebre vidente de todos los tiempos. Su clientela contaba con gente ilustre como Marat y Robespierre, Napoleón, la emperatriz Josefina e incluso el Zar de Rusia Alejandro 1º. Es cuando predice la muerte de Marat y de Robespierre y la caída de Napoleón que su reputación crece así como también su suerte.

Hoy en día, la precisión de tarotistas experimentados sorprende a muchas personas, las cuales seguramente se preguntan cómo lo hacen, pues existen un gran y diferente número de cartas adivinatorias en las cuales los juegos difieren. Es una cuestión la cual es fácil de responder: lo mejor es presentar las cartas adivinatorias principales y su origen propio, sus rasgos particulares y sus posibilidades de uso.